Aterrizo en el fin de los tiempos conocidos, mientras te acercas a mí y te mantienes a una distancia prudencial como los abismos. He llegado a conocer donde están tus limites y a acariciar los míos con el cuidado que me dan los años que se van quedando. Ahora sé dónde estamos y la estrategia de un plan me avala. A veces intento hasta cuidar los detalles aunque yo no sea así. El futuro no lo escribe ni la mismísima Angela Merkel. Cada paso me acerca a un día más claro cuando al otro lado de la ventana, llueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario