sábado, 25 de febrero de 2012

La ciencia del caos (II)

La decadencia y los miedos son inherentes al ser humano. Estamos acostumbrados a reinventarnos una y otra vez desde el principio de los tiempos. La luz siempre entra en la cueva en algún momento, pero necesitamos tener los ojos bien abiertos. La pereza es el diablo que nos cierra esos ojos mientras las prisas nos empujan a tomar malas decisiones. No podemos pensar que podemos mirar al futuro sin encontrar nuevas soluciones. Necesitamos la ciencia para escapar del caos.


En un mundo sin ciencia terminaríamos recorriendo desiertos con Max Rockatansky, mientras recorremos cientos de kilómetros por  un gramo de agua o petróleo. El mundo está en un caos permanente,  donde todas las fuerzas se neutralizan alcanzando un equilibrio nervioso.  En 1972, el Club de Roma publicó su estudio "Los límites del crecimiento", en el que se pronosticaba un fin de siglo XX  lleno de problemas por agotamiento del petróleo y alimentos insuficientes. El error que cometieron este y otros informes similares fue calcular la capacidad de carga para el planeta. No tuvieron en cuenta el progreso del ingenio y la innovación, que se ha demostrado el mejor recurso que el hombre tiene a su alcance. Hasta ahora, las predicciones más catastrofistas nunca se han cumplido gracias a los progresos de la ciencia.

Necesitamos investigar el fin de las enfermedades, descubrir el principio de las cosas, encontrar otras nuevas. Las cosas más cotizadas hoy pueden dejar de serlo en un abrir y cerrar de ojos. Para eso, necesitamos investigación. Todo aquel que no piense en la investigación como la solución de nuestros problemas está equivocado. Si pensamos en el aquí y en el ahora nos olvidaremos del mañana.

Si no apostamos por la investigación y la innovación lo pagaremos en el futuro. Esto es algo que ya estamos pagando en el presente pero quiero pensar que no somos tan torpes de caer dos veces en la misma piedra. Quiero pensar que al menos esta crisis nos ha servido para aprender algo. El tiempo me dirá si soy demasiado optimista.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La ciencia del caos (I)

El origen de la tierra es el mismo que el del sistema solar, una mezcla de Helio e Hidrogeno en equilibrio. Un buen principio para un todo tan complejo. Como las buenas recetas, después de un tiempo de cocción a ralentí, la materia entró en ebullición y generó lo que hoy se conoce como Big Bang. Me hubiera gustado estar cerca, sentado en una butaca de ante mientras el todo se convierte la nada, en energía, en partículas pequeñas que forman hoy lo que tú eres. Lo que yo soy. Después  aparecieron los bonobos y los chimpances, y como no siempre es fácil demostrar la virilidad primate, comenzaron a caminar erguidos. Sinceramente pienso que este proceso evolutivo está cambiando, yo cada vez camino con la espalda mas encorvada y me gustan más las sensaciones horizontales.

 Y cazaban. Crearon útiles para cazar mamuts y bisontes. Razonaron piedras quebradas e incisivas. En definitiva, toda acción era parte de la propia supervivencia. El plan consistía simplemente en sobrevivir, y para ello era necesario cazar, era necesario matar, era necesario follar y era necesario luchar. Todo tenía un simple objetivo.  Durante un tiempo la realidad fue simple.

Ciertamente, la historia de la humanidad fue así hasta la revolución industrial. El deseo de producir más bienes de consumo favoreció la aparición de fábricas, cadenas de producción, plantaciones extensivas etc. Este supuesto progreso nos permitía generar más riqueza y durante este tiempo el progreso necesitó gran cantidad de mano de obra. En el mundo desarrollado, ya existe la tecnología para generar aquello que necesitamos. Ya no es una cuestión de supervivencia, es un problema de consumo. No trabajamos por lo que queremos sino por aquello que nos dicen que necesitamos, y a veces pienso, si hay trabajo suficiente para todos. Si no habremos llegado al límite.

(fin parte I)



lunes, 13 de febrero de 2012

El dinero invisible

Asombra pensar en todo lo que hemos conseguido, y asusta pensar en qué nos vamos a convertir. Yo no tengo la solución milagrosa para salir de esta pero me entristece pensar que la mejor solución es recortar derechos y atrapar los sueños que todos tenemos. Si hemos llegado hasta aquí es porque algo no hemos hecho bien, desde luego ha habido tiempo para cambiar las cosas y no lo hemos hecho. Es bonito vivir en lo alto de un árbol si te dicen que puedes hacerlo. Nadie nos puede culpar por ello y mientras el dinero fue dinero el lujo fue real. El hambre fue real. Todo cambió cuando el dinero se convirtió en aire y se empezó a vender. No se puede vender el aire y yo sigo esperando a que alguien se dé cuenta. En el momento que nos demos cuenta los malos sueños desaparecerán y los buenos empezaran a ser reales. Tengo miedo de que sea demasiado tarde.

sábado, 11 de febrero de 2012

#wertguenza

Hay verdades universales difíciles de manipular. Hay ideas mas poderosas que la avaricia política que tanto abunda, avaricia que nos encarcela, como rehenes atados a un libro de historia . Si el odio es el cuchillo de los violentos, la educación es el arma de aquellos que piensan en el futuro, que cavan las tumbas y apartan miradas. Hoy es una carta presa a cuatro años, encarcelada por un código penal de arcilla. Ya lo se. No es momento de hablar del poder legislativo. El bicho se contagia hasta las copas de los nogales mas vetustos. Algo no funciona bien si la educación se convierte en un ejercicio de adoctrinamiento, es necesaria la estabilidad en la educación. Rezaré mientras espero. Tremendo error señores manipuladores de conciencias tiernas. Desgraciadamente, no espero criterio en el ministerio a tenor de los ultimos patinazos, pero sí algo mas de sentido común para que las heridas puedan curarse con un poco de mercromina.



lunes, 6 de febrero de 2012

Eres tus conversaciones

Eres lo que dices, de la misma forma que lo que dices dice mucho de aquello en lo que te has convertido. Todos hemos tenido sueños y hemos creido luchar por ellos. En muchos casos, esos sueños se han convertido en realidad y lo que fue viento hoy, esta hecho de algun material que se puede tocar con los dedos. Otras veces, las huellas no estan tan claras y necesitamos mas tiempo para encontrar el camino de salida. No importa. Siempre hablas. Mantienes conversaciones a diario y conviertes en palabras aquellas cosas que piensas, y eso te va dibujando sin darte cuenta. No es malo. Es una evolucion natural.

jueves, 2 de febrero de 2012

Señoras que seleccionan naranjas

Algunas cosas me hacen pensar que soy mala persona. Quizás el problema es que me haya vuelto cívico, europeo, y  reniego de ese espíritu tan patriótico de picaresca y cabrales que tanto nos ha caracterizado a lo largo del tiempo pero no, no puedo, es superior a mi. Creo que el fondo es egoismo. Me cuesta pensar que las cosas no deben de ser como yo creo que deben de ser. Necesito la razón a mi lado y a veces no encuentro el otro lado de las cosas mas simples. De verdad que a menudo lo intento, doy la vuelta a la caja e intento encontrar el otro lado. Se supone que existe, es mas, otras personas lo ven y no ven el que yo veo. Y si lo veo, tampoco se soluciona el problema, pues no lo entiendo y entonces empiezo a pensar que soy una mala persona. Y mas aun si el origen es un Mercadona y una pareja de señoras con mas de 70 inviernos y hábitos anidados.


Aunque soy mas bien alérgico a la fruta en su temporada, se me antojaron naranjas. Despues de buscar un rato, vi que había unas cajas con un aspecto muy de campo, y junto a ellas, dos señoras, una a cada lado, en pleno proyecto de investigación alimentaria. En ese momento entendí el significado de las pegatinas de las naranjas que nunca habia entendido. Fruta EXTRA seleccionada. Se coge una naranja, se mira, se toca, se retoca, se aprieta, se huele, se soba, se pasa a señora B, se toca, se deja, se vuelve a coger, se coge otra naranja, se toca, se pasa, otra naranja, se toca... Entiendo en el departamento de calidad un organigrama claramente definido. Señora A es la técnico de calidad, y señora B la responsable del departamento. No voy a hablar aqui del carnet de manipulador de alimentos, pero asi debió de ser el proceso cuando una de cada cien naranjas se vestian con papel color arroz.

Evidentemente me acerqué.  ¿Es necesario examinar todas las naranjas si solo vais a comprar 3?
La señora B me respondio: "Pero si la monda no se come¡¡..."
Y pensé... me mondo.